Málaga, a la mode

Son cuantiosos los actos que giran en torno a la alta costura hecha en Málaga o que incluyen un desfile de algún diseñador malagueño como atractivo para su público. Por fin la moda es parte de la cultura malagueña.

Este despertar de la moda es aplaudido por los profesionales del sector, para quienes “ya era hora de que se considerase al sector como parte activa de la cultura”, destaca
el diseñador Jesús Segado. Aunque, abogan, como el diseñador Rafael Urquízar, porque los eventos que se realicen sean de calidad. No obstante, habría que dar un paso más y realizar este tipo de eventos fuera de Málaga como elemento de promocionar las creaciones “made in Málaga”. En este sentido, Javier Alcántara defiende que el buen nivel de moda que se realiza en Málaga se tiene que dar a conocer tanto en el resto de Andalucía como en la capital de España.

No obstante, desde Montesco, recuerdan que Málaga y la moda son “dos constantes históricas”. Es decir, que siempre ha habido inspiración y buenos creadores en la provincia, pero es ahora cuando se están dando cuenta los diferentes colectivos. Sobre todo se han percatado de que “es un baluarte más para potenciar nuestra economía en diversos sectores como el industrial o el turístico”.

La provincia, con la capital a la cabeza, se ha rendido a destacados profesionales que a golpe de dibujo, aguja e hilo crean verdaderas obras de arte, cargadas de elegancia, sofisticación, creatividad y “un punto de locura”. Estas obras de arte no se dirigen a un prototipo de mujer como en un principio se pudiera pensar. No sólo visten a mujeres de mediana edad con alto poder adquisitivo. La moda es un sector vivo que se adapta a los tiempos y a todos sus públicos y ahora más que nunca debido a la situación económica actual, a todos los bolsillos, pero siempre teniendo en cuenta unos parámetros de calidad que es lo que caracteriza a la alta costura.

Si la clientela ha ido evolucionando con el paso de los tiempos, también lo han hecho los propios diseñadores. Son más que diseñadores, son empresarios. Únicamente no debe coger el lápiz y papel para realizar un boceto y llevarlo a un tejido, deben hacer números, dirigir equipos de trabajo, tener dotes de liderazgo…todas esas características que debe de poseer cualquier empresario de otro sector, lo que en muchas ocasiones se olvida cuando se trata con ellos.

El trabajo del diseñador es bonito pero duro, ya que su horario de trabajo va más allá del horario comercial, a lo que hay que sumar, como dice Gemma Melé, “la trastienda”. Un anejo duro en el que “el cliente es muy exigente y no deja pasar ningún detalle”.

En definitiva, Málaga se debe sentir orgullosa de lo que se cose en sus calles.

Jesús Segado

La pasión que sentía de pequeño por el dibujo y el amor por la costura que le inculcó su madre poco a poco despertaron su interés por el diseño. Ha pasado el tiempo y hoy
Jesús Segado es uno de los más reconocidos diseñadores de Alta Costura de la provincia. Formado en la Escuela de Artes Aplicadas de Málaga, Segado decidió abrir su propio taller hace más de 15 años, tras pasar ocho temporadas primero en la firma Piedroche y en Blanco Negro.

Ahora se encuentra ultimando una nueva colección, ‘Miscelánea’, inspirada en unas imágenes de la naturaleza llenas de colorido y que utiliza tonos coral, azules y verdes y presentará en septiembre en la Pasarela Larios, donde triunfó en su pasada edición. La nueva colección contará con telas muy trabajadas, con incrustaciones y bordados muy meticulosos, sellos de Segado. La actividad es frenética en su atelier, porque al esfuerzo de gestar una nueva colección, se unen las numerosas clientas que han confiado en este modisto para uno de los días más importantes de su vida: su boda. Es precisamente el traje de novia “uno de los retos más bonito” para el diseñador, aunque Segado se muestra orgulloso de otros modelos su carrera y que llevan su sello, “desde abrigos hasta trajes de pantalón.
Pienso que no hay que encasillarse en una sola prenda y que todas son susceptibles de adoptar nuevos diseños”.

Se declara seguidor de Balenciaga, Dior y Chanel, aunque asegura ser bastante fiel a sí mismo y contar con un estilo propio tras tantos años de trabajo. Para él, todas sus clientas son especiales. “Supone un nuevo reto adaptar lo que buscan porque es tendencia o porque se lo han visto a alguien con lo que realmente les sienta mejor. Por mi forma de diseñar y concebir la moda, me identifico más con un tipo de mujer elegante, serena y romántica, pero sin excluir a las demás, por supuesto”.


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